Querida María:
hemos leído tu magnifica obra. Creo que es algo excepcional y que deberías dedicar tu vida a escribir.
Ello enriquecería a mucha gente, y no solo por el contenido, sino por la forma y por la literatura que contiene. Eres exacta, precisa, sin desvíos. La fluidez del relato es algo difícil de conseguir y, en todo caso el que comienza a leerlo ya no lo puede soltar.
¡Mira tu por donde de la «niña preciosa» ha nacido una estrella!
¡No!, no puedes abandonar la escritura. Tu obra se convertirá en best seller.
Hay algo muy profundo en tu obra; algo que durante 40 años he pretendido enseñar a cada médico joven que se me ha acercado. Te diré:
Una de las herramientas más importantes y poderosas de un médico es la capacidad de explicar al paciente su historia clínica, de tal modo que le permita entender en qué consiste su enfermedad y cuáles son sus implicaciones. Si esto se hace correctamente es un regalo que ayuda al paciente a incorporar ese conocimiento a la dilatada historia de su vida. Gracias a esta comprensión, podrá recuperar lentamente cierto control sobre su afección y…, en caso de que no pudiese controlar su enfermedad, por lo menos podrá ejercer ese control sobre su respuesta a la enfermedad.
Una historia clínica que pueda ayudar a un paciente a entender incluso una enfermedad devastadora es una historia con poderes curativos.
La principal tarea de un médico es tratar el dolor y aliviar el sufrimiento. Son entidades distintas aunque tendemos a confundirlas. El dolor es un padecimiento del cuerpo. El sufrimiento es una afección de la persona misma; un estado específico de aflicción que surge cuando la integridad de la persona se ve amenazada o deteriorada. Muchos acontecimientos pueden proporcionarnos dolor sin provocarnos sufrimiento: ¿no produce dolor el parto?, pero nunca sufrimiento. Y también podemos sufrir sin experimentar dolor.
En tu caso, querida María, lo has expresado tan bellamente que a los que lo leemos, más que pena o conmiseración; nos produce comprensión que es cuanto tu pides con este maravilloso grito literario.
Nunca, ¡nunca!, en cuarenta años de profesión encontré las palabras exactas para expresarlo como tú lo has hecho. Gracias María.
Tu amigo Manolo
Ha nacido una estrella, que ella siempre brille para alumbrar corazones María, eres la esperanza de muchos y te felicito de corazón por esa tu inmensa lucha!
Coincido plenamente con Manolo, no podía describir mejor esa tu gran obra: Con Alas en los Pies!!!.
Gracias mi niña, por tu sonrisa y por ser como eres, un ser bello de luz!. TQM♥
Me sumo a la apreciación del autor de ese comentario.
Un abrazo fuerte
Hola Maria,
pués a segir escribiendo, que nos hace mucho bién a todos y a ti,
me alegro mucho por el comentario , que es cierto y ayudas a mucha gente,
besos
Isaac
¡Gracias, María!
Un abrazo.
Miguel-A.
Darte las gracias sobra, lo que haces es porque te nace y porque tú eres así. Un beso cari.
Yo también creo que debes seguir escribiendo. Nos hacen falta experiencias de vida como la tuya para aliviar las nuestras.
Enhorabuena otra vez.
Un abrazo.
Las estrellas tarde o temprano nacen y brillan con luz propia, un besazo enorme María y muchisimas gracias por tu gran esfuerzo y querer compartir con los demas tu experiencia. Me alegro mucho de lo que te ha escrito este señor, estoy totalmente deacuerdo con el, yo trabajo en el sector sanitario y lo que dice es muy cierto.
sigue brillando!!!!!!!!